miércoles, 9 de febrero de 2011

"Cielos de barro", de Dulce Chacón

Una historia tremenda que arranca un poco antes de la guerra civil y termina en nuestros días con un crimen brutal. Se sitúa la historia en un cortijo de la comunidad de Extremadura, Los Negrales, y transcurre durante la vida de tres generaciones de amos y de criados.
El cruel desenlace es la consecuencia de unos hechos que arrancan durante la guerra civil. Entonces, los criados y jornaleros del cortijo van al frente del sur como milicianos y el marqués, el amo, se salva por poco de ser quemado en la iglesia del pueblo. Después la situación se tornará al revés y el pueblo sufrirá las represalias de los ganadores.
La historia la cuenta un viejo alfarero analfabeto, Antonio, cuya mujer Nina fue criada en Los Negrales. Antonio cuenta los hechos reposadamente, con palabras concretas y exactas. El pesimismo, la fatalidad, la resignación y la dura vida en el pueblo dan forma a su relato. Los sucesos pasados y recientes que cuenta Antonio al comisario que investiga el crimen por el que ha detenido a su nieto, van descubriendo al lector una oscura y terrible historia de poder, ambición, ignorancia, miseria, venganza y soberbia.
A lo largo del relato de Antonio, que habla desde su punto de vista, sin conocer toda la verdad de lo ocurrido, se intercalan capítulos donde se narra la otra parte de la historia, los hechos que ocurren en el cortijo con amos y criados. Estos capítulos completan el relato al mostrar cómo la venganza y el resentimiento se extenderán en el tiempo hasta nuestros días.
El libro me ha gustado muchísimo, está muy bien escrito en un estilo de habla rural y concisa. La historia es sobrecogedora y dura, te engancha desde el primer momento.
Clara Cagigal Cobo. Departamento de Tecnología

viernes, 4 de febrero de 2011

“EL METODO CUÉ” de Javier Menéndez Llamazares.




A mi hijo mayor le encanta todo tipo de libros sobre la Segunda Guerra Mundial y alguna vez leo los que él me deja. Comentando este hecho con un compañero de departamento, me recomendó , por mi condición de leonés, que no dejara de leer “ El método Cué”. Le hice caso y no quedé defraudado.

Mi pueblo no está lejos del aeropuerto de la Virgen del Camino, y de pequeño veía pasar los Junkers que siguieron en uso unos cuantos años después de la Guerra Civil y de la Mundial. Floro, un primo de mi padre, trabajaba como carpintero para los talleres de la base. Cuando le preguntaba a mi padre para qué querían a los carpinteros en la construcción de aviones, me miraba sorprendido y me hablaba de la estructura de las alas, de las maderas especiales , del peso y de la resistencia, y de la labor muy especializada que su primo, que era un “manitas” y un perfeccionista, desarrollaba en la base. Muchos de los entornos en los que trascurre el libro me son conocidos y hasta las actuaciones y pensamientos de algunos personajes me son familiares. 

El libro se enmarca en la historia sobre los españoles de la División Azul que Franco envió para ayudar a Alemania contra los soviéticos. Hay acción, hay amor, hay héroes y hay denuncia. Está bien contado y la ficción se hace cercana y creible. Léelo, te gustará.
Miguel Ángel Magaz Marcos

jueves, 3 de febrero de 2011

"Riña de gatos. Madrid 1936", de Eduardo Mendoza

Ganador del premio planeta 2010
Empieza la historia con el viaje a España de un inglés, experto en pintura del barroco español, especialmente Velázquez. Viene en el tren desde Francia hasta Venta de Baños, donde cambiará de tren para ir a Madrid. El teniente coronel Gumersindo Marranón, le salvará de que le roben la maleta en la estación al confiado e inocente inglés, será el primero de varios encuentros con él durante su estancia en España.
En Madrid se entrevistará con el duque de la Igualada, un aristócrata que parece querer que su colección de arte sea tasada para venderla y sacar a su familia de España ante la inminencia de una guerra civil. Y esto es lo que parece, porque a lo largo de toda la novela, nuestro experto de arte creerá descubrir un cuadro desconocido de Velázquez, lo que excitará su ambición profesional y le hará correr las aventuras más desternillantes. Recuerdan algunas de las alocadas, divertidas y absurdas escenas al “Misterio de la cripta embrujada” o “El laberinto de la aceitunas”.
Pero esta vez, toda la novela se enmarca en una situación real, la guerra civil está a la vuelta de la esquina. Muchos de los personajes también son reales, Alcalá Zamora, Manuel Azaña, José Antonio Primo de Rivera, Franco, Queipo de Llano, Mola, son algunos de ellos. José Antonio y sus jóvenes falangistas se muestran como románticos metidos a pistoleros en peleas callejeras contra los socialistas. Se reflejan los asesinatos diarios y las revanchas y escaramuzas que ocurrían entre ellos en las calles de la capital desde el triunfo del frente popular.
A pesar de los gags y las situaciones cómicas, la novela transmite pesimismo, la situación española no tiene arreglo. Su final será la guerra civil, las potencias extranjeras (la Unión Soviética, Inglaterra, Alemania) ensayarán en España la próxima guerra mundial. La trama se complica con la aparición de espías y agentes dobles, embajadas, generales, aristocracia, dinero y el cuadro desconocido de Velázquez.
Muy fácil de leer, como nos tiene acostumbrados Eduardo Mendoza. Mucho ritmo y situaciones cambiantes, al final, las cosas no son lo que parecen y las explicaciones más absurdas se entremezclan con los hechos. La comicidad está presente en toda la novela. Recomiendo leerla.
Clara Cagigal Cobo. Departamento de Tecnología

"La caída del Imperio Romano", de A. Goldsworthy

La caída del Imperio romano. El ocaso de Occidente,
Madrid, La Esfera de los Libros, 2009 
Los historiadores se han preguntado, una y otra vez, sobre los motivos de la caída del imperio romano. Algunos incluso la han negado o, por lo menos, minimizado y rebajado sus efectos, aduciendo interpretaciones culturalistas desde la perspectiva de la teoría de la transformación. Así, el mundo romano se habría ido modificando paulatinamente  en un nuevo modelo histórico, desde la denominada Antigüedad tardía a la alta Edad Media y a lo largo de un amplio proceso que mediaría entre los siglos V al VIII d. C. Este tipo de interpretaciones, a modo de proyecciones a largo plazo, tienen la virtud de contemplar la historia en el sentido de un proceso, pero explican mal los cambios o  reducen éstos a la mínima expresión. No ha faltado quién ha indicado que no se trata de responder a la pregunta por qué cayó el Imperio, asunto baladí, sino cómo duró tanto (Roma era ya un ente territorial amplio, con visos de imperio, desde el siglo III a. C. y su vida se prolongará hasta el V de la era cristiana). Y sin sucumbir al embrujo de la tesis “hostilista”, aquella que defendía que Roma habría sido asesinada a traición, o fijarnos sólo en los aspectos de la derrota militar (A. Ferril), que se produjo, la cuestión de la caída del Imperio es algo que, obviamente, se debe limitar a Occidente (pars occidentis), debido en parte a la presión de los bárbaros, a la pérdida de territorios y consiguiente capacidad fiscal, a la propia división del territorio imperial (395 d. C.), y a todo un conjunto de motivos puntuales que la autoridad política del momento no supo solventar, y ello a  pesar de los esfuerzos de Estilicón, una especie de “regente” designado posiblemente en el lecho de muerte (?) por el emperador Teodosio, por lo demás, figura importantísima que suple la minoría de edad del emperador Honorio. El libro de A. Goldsworthy, La caída del Imperio romano. El ocaso de Occidente, obra de un historiador ya consagrado por otros títulos traducidos al español (referidos a las guerras púnicas, al ejército romano, a sus generales) y conocido recientemente también por una biografía sobre César (publicada igualmente en aquella misma editorial), viene a ser una nueva lectura sobre la descomposición (o decadencia) del mundo romano, esta vez desde la perspectiva de sus rivalidades internas (conflictos civiles), haciendo en este aspecto más hincapié que en la presión externa, asunto que destacan, preferentemente, otros investigadores recientes de la talla de P. Heather (2006) o B. Ward-Perkins (2007), cuyas obras  merece la pena leer aunque sólo fuera para compararlas con la que aquí se comenta.
Eduardo Pitillas Salañer. Departamento de Geografía e Historia.

“Cómo salir de la crisis” de Josu Ugarte


Seis propuestas para enfrentar el cambio de sistema productivo desde la internacionalización


Es el primer libro que leo en formato digital. Lo podéis encontrar en “Colección Biblioteca de las Indias”, http://lasindias.org/libro , y leerlo en un par de horas en vuestro ordenador o e-book.La descarga digital es gratuita y si quieres el libro en papel, ya tiene un coste.



Todos hemos visto en los últimos años como se han ido cerrando empresas, como se han ido desmantelando sectores con jubilaciones anticipadas, como hemos pasado de ser país barato y con posibilidades de empleo importantes que atrajo mucha emigración, a un país caro al borde de la quiebra y con un paro inasumible.
El autor señala que no estamos ante una crisis pasajera. Esto irá a peor en los próximos años si las empresas no se dan cuenta de lo que supone la globalización, de lo que supone las nuevas economías emergentes y toman medidas para adaptarse a los nuevos tiempos.
Josu Ugarte, presidente de Mondragón Internacional, da unas propuestas realistas para que las empresas españolas aprovechen las ventajas del nuevo escenario global y se abran a las naciones a las que podemos aportar algo. No actuar con rapidez supondrá la desaparición de la mayor parte del tejido industrial de nuestro país. De lectura obligada para todos los empresarios,emprendedores, políticos y personal interesado en la economía.
Miguel Ángel Magaz Marcos

miércoles, 2 de febrero de 2011

"El barón rampante" de Italo Calvino

Cósimo Piovasco de Rondó, hijo de un barón de Ombrosa (Génova), decide escapar de casa e irse a vivir a los árboles, harto de obedecer a su padre. Cuando se lo explicó a la hija de sus vecinos, los marqueses de Ondariva, se siente obligado a mantener la decisión después de escuchar sus propias palabras. Más adelante, a lo largo de toda la novela, iremos comprobando cómo "no sería él mismo ni para sí ni para los otros" si no fuera capaz de mantenerlas.
Estamos en los años previos a la Revolución Francesa y, entre múltiples personajes que desfilan por los bosques de la costa genovesa, intervienen algunos históricos, como Voltaire o Napoleón, u otros literarios, tomados de novelas de época. El autor, uno de los mejores narradores del siglo XX, es un gran conocedor de la literatura de los ilustrados y, al modo como ellos se preocuparon por el acierto en contribuir al bienestar de los demás, nos propone en múltiples aventuras una ágil y entretenida parábola de la solidaridad, la voluntad, el amor, la lealtad y cuantos otros valores positivos se le suponen al verdadero ciudadano del mundo.
Ha sido una novela de literatura juvenil desde su aparición, a finales de los años cincuenta en Italia, y conserva toda su frescura en estos tiempos de cambio, sobre todo para las palabras y las promesas. En este Año Internacional de los Bosques, por ejemplo, podemos encontrar una defensa apasionada de la naturaleza totalmente vigente. En otro sentido, también, divertidas viñetas, al modo de los cómics, sobre orientales y occidentales, conservadores y progresistas, jóvenes y viejos, ateos y creyentes, militaristas y pacifistas, delincuentes y ciudadanos de orden, enamorados y ??... Un buen mosaico, en fin, con mucho sabor a buena literatura.
Miguel Martínez Renobales

martes, 1 de febrero de 2011

50 Aniversario en el IES Augusto González de Linares

Durante el curso 2009-2010, la Consejería de Educación ha coeditado con la Librería Estudio el libro conmemorativo del 50 Aniversario del IES Augusto González de Linares, en el que se recoge gran cantidad de información sobre la historia de nuestro instituto desde sus orígenes como Escuela de Maestría Industrial y aun desde antes, como Escuela de Aprendices de Santander, ubicada en la calle Sevilla. El amplio registro documental y gráfico de una trayectoria tan dilatada merece la atención no solo de los protagonistas, sino de todos aquellos interesados en conocer la historia de la ciudad, a la que este centro ha proporcionado un gran servicio, especialmente en su época como Instituto Politécnico (1975-1994) con la formación de miles de profesionales. La iniciativa de publicación del libro, la calidad de la edición y el trabajo de los profesores del Equipo de Redacción: Alberto Riva Fernández, Andrés Díaz Delgado y Arantza Iturrioz Pardo, han dado un resultado espléndido. Detenerse en la lectura de sus cuarenta y cinco secciones o en los comentarios de las actividades de los veinticuatro departamentos didácticos es muy aconsejable para conocer mejor "El Linares".
Miguel Martínez Renobales