jueves, 21 de julio de 2011

"Chesil Beach", de Ian McEwan

Los protagonistas de esta novela son dos veinteañeros recién casados que se enfrentan en la noche de bodas a la pérdida de su virginidad. Tienen un nivel de formación alto. Estamos en la Inglaterra de 1962, antes de la gran liberación sexual de los sesenta, y nos lo acaba de contar hace bien poco uno de los novelistas ingleses de primera línea. ¿Por qué puede tener interés hoy semejante historia? Las dudas por las que pasan, sus reacciones, los recelos que albergan una y otro sobre su pareja, la capacidad o incapacidad que tienen para sobreponerse a la fuerte presión del ambiente, lo que piensan y, sin embargo, dicen, sus expectativas, sus deseos, la forma como construyen el relato de la relación con sus palabras están transmitidos con tanta convicción y maestría que trascienden la época de la que hablamos. Es verdad que Edward y Florence tendrían ahora alrededor de setenta años, pero, por lo que cuenta McEwan (y, sobre todo, por cómo lo cuenta) podrían enseñarnos muchas cosas interesantes sobre cómo triunfar o fracasar en esto del sexo y el amor, o el amor y el sexo (juntos o separados, como quieras). Y todo gracias a las palabras de McEwan (y su traductor, claro).
Miguel Martínez Renobales

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