martes, 19 de julio de 2011

De un trabajo de Latín en 1º de Bachillerato



“Bastaba acercarse a la entrada para darse uno cuenta de que tenía ante sí la lujosa y plácida residencia de alguna divinidad […] Atraída por los encantos del lugar, Psique se acerca cada vez más; va cobrando confianza y se atreve a cruzar el umbral”

John William Waterhouse (1849-1917)
"Psique abre la puerta en el jardín de Cupido"
Arte Victoriano.  Óleo sobre lienzo

 “Les enseña los inmensos tesoros de su casa dorada, les hace oír la multitud de voces que la sirven, y, para reparar fuerzas, les ofrece un baño suntuoso y todos los refinamientos de una mesa digna de los Inmortales. Tanto es así que ellas, al verse saciadas con esta profusión de manjares, auténticas riquezas del cielo, empezaron a sentir y fomentar la envidia en el fondo del corazón” 
Jean Honoré Fragonard (1732-1806) "Psique mostrando a sus hermanas los regalos de Cupido".  Rococó. Óleo sobre lienzo
Entrada ya la noche, un ligero ruido llamó la atención. Temiendo por su honor en medio de tan profunda soledad, se asusta, se horroriza y, más que cualquier desastre, le inquieta lo desconocido. Ya estaba a su lado el marido misterioso; subió al lecho, hizo de Psique su esposa, y, antes de que volviera la luz del día, había desaparecido apresuradamente”
Jacques Louis David (1748-1825) "Cupid and Psyche"
Neoclasicismo Francés. Óleo sobre lienzo



“Tú, que hasta ahora eras una niña, llevas ya en tu seno otro niño, que será un dios si sabes callar y guardar nuestro secreto; si lo profanas, nuestro hijo será un simple mortal.”

Francois Gérard (1770-1837) "Cupido y Psique"
Neoclasicismo Francés. Óleo sobre lienzo



 “Al acercar la luz o iluminarse la alcoba, Psique ve al más dulce y amable de los animales salvajes: era Cupido en persona, el dios de la hermosura graciosamente recostado […] Así, sin enterarse y por propio impulso, Psique se enamora del Amor. […] Pero mientras se embriaga de tanta felicidad, como la honda herida del corazón le hace perder el equilibrio, he aquí que la lámpara aquella soltó de su mecha luminosa una gotita de aceite hirviendo sobre el hombro derecho del dios.”
Jacopo Zucchi (1541-1596) "Psique y Cupido"
Renacimiento. Óleo sobre lienzo

“A ese viejo asqueroso (Caronte) has de darle, a título de peaje, una de tus dos monedas, pero cuidando un detalle: que él con su propia mano saque la moneda de tu boca”

Spencer Stanhope (1829-1908) "Psique y Caronte"
 Prerrafaelita. Óleo sobre lienzo

“Yacía inerte en el suelo; estaba tan dormida como un cadáver. Cupido, cuya herida había cicatrizado ya por completo, repuesto ya y sin poder aguantar más la prolongada ausencia de Psique, se fugó por el tragaluz superior de la estancia en la que estaba recluido; sus alas se habían robustecido por el largo reposo; superando su propia velocidad de vuelo, acudió junto a Psique.”
Anthonio Van Dyck (1599-1641) "Cupido y Psique"
Barroco. Óleo sobre lienzo


“Antes morir mil veces que perder la felicidad de nuestra unión; pues estoy locamente enamorado de ti y, seas quien seas, te quiero tanto como a mi propia vida: ni el propio Cupido me parece comparable a ti.”

Antonio Canova (1757-1822) "El amor de Psique"
Escultura Neoclásica. Mármol



Ángela Miranda 1º Bachillerato Humanas

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