viernes, 21 de enero de 2011

"Fahrenheit 451", de Ray Bradbury

  En 1953, en los tiempos de las primeras televisiones, Ray Bradbury publicó esta novela acerca de la importancia de los medios de comunicación audiovisuales en las sociedades modernas.
Está organizada en tres partes, donde se narran las peripecias de Montag en una sociedad occidental del siglo XXV, en la que para controlar a los ciudadanos se les vacía sus mentes con la televisión (de tecnología avanzadísima porque puede ocupar paredes y habitaciones enteras), se queman todos los libros (el papel arde a 451 grados Fahrenheit) y se persigue a los disidentes que se resisten a desprenderse de ellos. Qué acierto el de Bradbury en sus profecías sobre la tecnología de la imagen y ojalá que no tanto en lo relativo al futuro de los libros. Asistimos en ella al proceso de liberación del protagonista que, de ser uno más de los encargados de quemar, conocerá el mundo de la clandestinidad por arriesgarse a conservar. Con un estilo directo y entre referencias a grandes títulos, asistimos a formas de diversión de la gente propias de hoy en día, a programas de televisión de la más rabiosa actualidad o a comportamientos nada extraños en el siglo XXI.
            Con lo avanzada que está la técnica cinematográfica de los efectos especiales, es una novela que está esperando una buena adaptación en la que podamos disfrutar a nuestras anchas de un aterrador Sabueso Mecánico, de la placidez del mundo de los vagabundos o la agitación del cuartel de bomberos encargados de controlar a la población.
Miguel Martínez Renobales

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